sábado, 5 de mayo de 2012

Crónica: DELORENTOS en la sala Moby Dick


Hay varios elementos que diferencian a un concierto de un buen concierto. Delorentos, esa banda irlandesa que cada vez suena más en nuestro país, domina a la perfección la técnica para lograr que el público salte, baile, dé palmas y trata de cantar el estribillo de sus canciones.




Uno de esos elementos es intentar hablar en el idioma del público. Eso funciona y mucho, al menos en España. Con un "Hola, ¿estás bien? Estamos feliz de estar aquí… And that’s all the spanish I know", se dirigió a los presentes Rónan Yourell, miembro y cantante de Delorentos. Así comenzó el concierto, seguido del primer temazo de la noche Right to Know.




Otro elemento que funciona en un directo es que la banda tenga dos cantantes. La energía ni se pierde ni se destruye, sino se trasforma de canción en canción. Si Rónan hablaba en español y pedía las palmas del público, Kieran McGuinness –el otro cantante- se iba emocionando poco a poco y saltaba del escenario para bailar con el público.




Mientras se iban alternando sus voces y también las canciones más lentas, con las de más guitarreo. The Stream, la pegadiza Care for y la sentimental Petardu –compuesta por Kieran y que habla de sus padres biológicos a los que o conoció- . Ese clímax emotivo se mantuvo con Waited for yoy so long con Rónan mostrando sus cualidades vocales, llegando a notas bastante altas para un cantante pop, y también con Swimmer, donde Kieran lo dio todo.




Y tras la calma, llegó la fiesta. Editorial y Waiting fueron la antesala para que el público fuera poniéndose a tono para un apoteósico final (otra de las claves de un buen concierto).- Bullet in a Gun fue tarareada por los presentes en la Sala Moby Dick –sin duda, la sala de conciertos más irlandesa de nuestro país-.




La euforia duró dos canciones. Secret y la pegadiza Did we ever really try?. Dejaron tan buen sabor de boca que el publico no dejó de pedir un bis. Y aquí está otra de las cosas que maravillan al público, que el grupo vuelva al escenario después de haberse despedido. Esta vez fue Rónan quien se bajó al escenario para saltar con los seguidores. Y el concierto acabó con Stop y la canción que da título a este último y genial álbum Little Sparks.

En fin, que estos irlandeses se lo pasaron en grande y los que decidimos acompañarles también.


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